Hay que diferenciar el concepto “narcisismo” de un Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP). Un trastorno mental complejo que genera en la persona que lo sufre un sentido desmesurado de su propia importancia, necesidad excesiva de admiración y reconocimiento y, como resultado, un sinfín de relaciones conflictivas debido a su falta de empatía con los demás.
Este tipo de personalidad se muestra externamente muy seguro de sí mismo y confunde a las personas con las que se relaciona, pues bajo su máscara de firmeza se esconde una autoestima dañada y frágil, muy vulnerable a la menor crítica.
Siendo este el punto de partida el más extremo en su versión patológica, vamos a centrarnos en los distintos tipos de rasgos narcisistas. Oscilan entre los suaves (más saludables o adaptativos) hasta los más severos (patológicos y malignos), según las investigaciones de la Doctora Ramani Durvusala, psicóloga clínica y autora de varios libros y artículos científicos al respecto. Estos tipos de narcisismo no son diagnósticos clínicos, sino categorías descriptivas que pueden ayudar a entender su comportamiento. Durvusala precisa que el narcisismo no atiende a géneros, aunque debido a la cultura patriarcal, suele emerger más en hombres que en mujeres…
La siguiente sucinta introducción quizás nos pueda ayudar a identificar a estas personas en nuestro entorno próximo. O, lo que sería mejor, que algún lector/a se reconozca y decida tomar cartas en el asunto para no hacer más daño, acudiendo a terapia si fuera necesario. Aunque a la persona que descubra que está con un narcisista, tampoco le vendría mal buscar ayuda para saber cómo gestionar su relación sin acabar derrotada en el intento…
Tipos de personas narcisistas
Lo común a estos cinco tipos de narcisistas es baja autoestima, inseguridad crónica y, sobre todo, falta de empatía, con lo que no les afecta el daño que pueden causar:
- Narcisista manifiesto (o grandioso): es el tipo más común y conocido. Suelen ser personas carismáticas que se creen y se muestran superiores a los demás. Arrogantes, manipuladores, abusivos y con una exagerada necesidad de ser admirados y reconocidos por los demás. Son muy demandantes en sus relaciones interpersonales. Suelen ser muy egoístas en sus relaciones interpersonales.
- Narcisista encubierto (o vulnerable): son personas con una autoestima muy frágil y que, por tanto, se sienten inseguras y son muy sensibles a la crítica. Aparentemente son personas modestas y humildes, por eso es difícil detectarlas. Debido a su baja autoestima, necesitan constantemente la validación y aprobación de los demás y están muy preocupadas por cómo son percibidas por los demás. Pueden utilizar estrategias pasivo-agresivas (no dirigirte la palabra en días) o de reproche constante y de manipulación a base de mentiras o trampas para “pillar” al otro. Suelen ser dependientes emocionalmente y tienen tendencia a culpar a los demás por lo que les pasa.
- Narcisista comunitario (o encantador): son personas muy habilidosas manipulando a los demás. Externamente se muestran como personas generosas, altruistas y seductoras, defensoras de la justicia, la conducta ética y el bien social. Pero internamente suelen ser muy egoístas en sus relaciones interpersonales. Tanto es así, que cuando comentas con los demás lo terrible que es vivir con una persona así, nadie te comprende. Esto se debe a lo encantadores y “ayudadores” que son hacia fuera. Utilizan mucho la estrategia de “luz de gas” (que trataremos en otro artículo), confundiendo a la persona con la que esté, haciendo que piense que quizás la culpa sea suya…
- Narcisista maligno: este tipo es el más peligroso y abusivo, rozando la psicopatía. Tiene una gran necesidad de controlar a los demás a través de la manipulación. Utilizando hasta la crueldad y la venganza en ciertas ocasiones, en las que siente que ha perdido o que no ha recibido lo que se merece. Su objetivo final es salirse con la suya y obtener lo que quieren, caiga quien caiga en el intento. Cuando ejerce el mal no siente arrepentimiento ni culpa. Una característica es que nunca piden perdón, y se sienten merecer todo lo que consiguen. Erich Fromm ya consideró a este tipo “la quintaesencia del mal”.
Cualquiera puede mostrar tendencias narcisistas.
Lo significativo es detectar los patrones destructivos que se repiten, a los que uno se puede acabar adaptando y normalizando. Una vez descubierto al narcisista, se le puede llamar la atención sobre su comportamiento, uno puede tomar distancia o finalizar la relación completamente. Lo que es evidente es que interactuar con una persona narcisista afecta de forma negativa a la persona con quien está. Lo importante es ser consciente antes de que sea demasiado tarde y tomar medidas…
“Los narcisistas pueden ser difíciles de entender, pero son todavía más difíciles de gestionar. Son altamente manipuladores, a menudo encantadores, y casi siempre se salen con la suya. Detrás de esta fachada hay una persona profundamente insegura que hará lo que sea para mantener su sentido de superioridad”.
Extracto del libro “Should I stay or should I go: surviving a relationship with a narcissist” de la Doctora Ramani Durvasala (Me quedo o me voy: sobrevivir una relación con un narcisista).
Ilustración de Olivier Tallec para su libro “Luis I, Rey de las Ovejas” de 2015. Premisa: “Lo que es bueno para mí, es bueno para mi gente”. Una fábula sobre lo absurdo del poder y sus abusos, advirtiendo del peligro de pertenecer a una sociedad construida sobre la conformidad.
Sugerencia – Meditación n. 18: “Meditación del Amor y de las Relaciones”
Esta meditación nos permite abrir nuestro corazón para ser conscientes del amor que recibimos de las personas que nos rodean y para saber dar ese amor a todas las personas, nos gusten o no, las conozcamos o no. Desde esta perspectiva de Humanidad compartida, cultivamos también el amor hacia nosotros mismos, conscientes de la vulnerabilidad y necesidad de afecto de todos los seres humanos. Buena práctica…