REFLEXIONES TERAPÉUTICAS PARA INICIAR LA SEMANA CON LA INTENCIÓN DE VIVIR EL PRESENTE Y ASPIRAR A UNA VIDA PLENA CON SENTIDO

Somos los espejos de nuestros hijos, sobre todo en sus primeros 1000 días

La estancia en el útero prepara al bebé para el entorno en el que va a nacer - “The Menino: A Story Based on Real Events” - Psyke Blog

Estos 1000 días comprenden las 40 semanas de gestación y los dos primeros años de vida. Esta época es decisiva por ser la de mayor desarrollo neuronal en la que el bebé aprende a regular sus emociones.

Es evidente que saber auto-regularse emocionalmente es crucial para la salud mental, la interacción social y el afrontamiento del estrés. Gracias a los avances en neuroimagen, ahora sabemos que la estancia en el útero es una especie de ensayo que prepara al bebé para el entorno en el que va a nacer.

Los miedos y el estrés de la madre se captan desde diferentes parámetros como el ritmo cardiaco, los sonidos del ambiente (tienen audición mucho antes de lo que se pensaba) y la liberación de neurotransmisores que le llegan a través de la placenta (algunos confortantes y otros estresantes).

Según el reconocido neurocientífico clínico Allan Schore, la relación con la madre una vez nacido el bebé es determinante para ayudarle a desarrollar su capacidad de auto-regulación. Y es que al haber convivido fusionado con ella durante 40 semanas (en lo que seguramente será lo más parecido al paraíso que experimentemos), ella es nuestra referencia más directa.

La primera interacción más significativa fuera del útero es el “balbuceo”: esas conversaciones pre-verbales traen las primeras interconexiones. Las palabras no son necesarias. Es el tono de voz lo que aporta la seguridad que necesitan para empezar el largo camino de aprender a regular su mundo emocional.

Los tres requisitos básicos para formar un vínculo seguro y saludable son:

  • Que la madre esté emocionalmente disponible (en cuanto a estar sintonizada con las necesidades emocionales del bebé)
  • Que sea más o menos predecible su conducta (que si el bebé llora aparecerá, que no se sentirá abandonado, que si se estresa se le reconfortará).
  • Y, que si no puede estarlo por el motivo que sea, pueda “reparar” su ausencia o falta de interpretación de sus necesidades con acciones suavizantes.

Tan importante es ayudarle a DES-regular sus emociones difíciles, como el miedo o la rabia, como fomentar las emociones reconfortantes que son la tranquilidad, la alegría y la risa a través del juego – principalmente – ya que se ha comprobado la conexión que genera, imprescindible para su convivencia en sociedad.

Las personas que no hayan podido experimentar estas vivencias tan saludables (no hay padres perfectos, todos somos víctimas de víctimas), que sepan que el único remedio posible es volver a aprender cómo hacerlo nosotros mismos.

El Programa científico de Regulación de Estrés Basado en Mindfulness (MBSR) tiene el propósito de ayudarnos a tomar responsabilidad sobre nuestro propio bienestar. Como si fuéramos nuestros propios padres (re-parenting) a través de un cuidado amoroso. Lo que supone – en definitiva – saber practicar la autocompasión. Haciendo especial hincapié en la calidad de ese autocuidado, descrito tal cual en todos los manuales “como si fuéramos una madre especialmente tierna y bondadosa”.

¡Cuántos trastornos de ansiedad se han apaciguado en Psyke con esta práctica tan potente!!

¿A qué esperas…?

“Un día cualquiera, cuando está jugando con sus padres y le cuentan historias, y le hablan con una vocecita de bebecito, El Menino descubre algo sorprendente, que las personas grandes fueron algún día también Meninos”

Ilustración y texto del libro “The Menino: A Story Based on Real Events” de 2015 (El Menino: una historia basada en hechos reales, de la autora e ilustradora argentina Marisol Minseta, más conocida como Isol)

Esta obra muestra ambas perspectivas de la llegada de un bebé: la de la nueva criatura y la de sus tantas veces desorientados padres.

Dedicado a Álex…

Sugerencia: Meditación n. 11 – “Cultivando la autocompasión”.

Esta meditación nos ayuda a aprender a traernos calidez y amorosidad hacia nosotros mismos sobre todo cuando nos sentimos confusos o estamos sufriendo. Cuando se aplica con honestidad hacia uno mismo, produce una presencia conectada y amorosa, que amortigua los estados anímicos negativos y ensalza los positivos. Buena práctica…

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