Daniel Kahneman (premio Nobel de Economía de 2002), uno de los psicólogos que más ha estudiado de cerca la felicidad, afirma que “somos más infelices cuando perdemos la capacidad de apreciar las pequeñas cosas de la vida”
En uno de los cursos de mantenimiento estamos revisitando los fundamentos de Mindfulness a través de un libro mágico, altamente recomendable. Cada capítulo nos invita a retomar la esencia de vivir la vida con “presencia presente”. En sus páginas nos incluye un extracto del poeta austriaco Hugo von Hofmannsthal quien, bajo la identidad de Lord Chandos, expresa la experiencia vivida tras retirarse a vivir en el campo. Con una cautivadora inspiración literaria, se rinde ante la incapacidad de toda literatura para expresar la realidad. Chandos se funde tanto con la naturaleza que la sentirá dentro de su propio cuerpo, como una “cognición encarnada” que le revela la imposibilidad de describir con lenguaje todo lo que le transmite.
Recordemos nuestra infancia de curiosidad insaciable y re-aprendamos a observar la realidad de lo cotidiano, de lo singular y exuberante sin etiquetarlo con palabras limitantes. Solo sintámoslo como si nunca lo hubiéramos experimentado antes, segundo a segundo…Así, quizás, estemos más cerca de la plenitud vital que puede llevarnos a enamorarnos de la vida misma a través de todas sus pequeñas-grandes sorpresas…
“Meditar con plena consciencia no es analizar el instante presente (…). Es probarlo, sentirlo, con todo el cuerpo, sin palabras (…) descrito de una manera muy precisa en este extracto de Carta a lord Chandos, un magnífico relato del escritor austriaco Hugo Von Hofmannsthal: “Desde entonces llevo una existencia que me temo le costaría imaginar, pues se desarrolla fuera de la mente, sin un pensamiento (…). Lo que se anuncia en mí en esos instantes, llenando hasta rebosar de un raudal de vida exaltada cualquier apariencia de mi entorno cotidiano, es algo que no posee nombre alguno y por otra parte tampoco lo puede recibir (…). Una regadera, un rastrillo abandonado en un campo, un perro al sol, un triste cementerio, un inválido, la casita de un labrador… Cada uno de esos objetos, y otros mil parecidos, que una mirada normal descarta con una indiferencia evidente, puede adoptar para mí, en un momento que de ninguna manera puedo yo elegir ni provocar, un carácter sublime y tan conmovedor que todas las palabras que pudieran utilizarse para traducirlo me parecerían demasiado pobres”
Extracto del libro “Meditar Día a Día” de Christophe André
Ilustración de Violeta Lopíz y Valerio Vidali para la obra “The Forest” de Riccardo Bozzi
Sugerencia: Practicar una “Actividad Mindful”, que consiste en prestar atención a las actividades cotidianas, en cualquier momento del día, estemos donde estemos. Se trata de saber pararnos y ser plenamente conscientes de lo que hacemos, mientras lo hacemos con los cinco sentidos, viviendo la experiencia directa sin intermediaciones narrativas limitantes. Esta práctica diaria nos ayuda a salir del piloto automático en el que vivimos la mayor parte del día y cultiva nuevas formas de ver y estar en nuestras vidas.