Imagina un día sin agua corriente. Sin la ducha matutina que te refresca y te despierta, sin el grifo al que acudimos sin pensar para beber, cocinar o lavar. Parece algo sencillo, pero cuando falta, esa ausencia se vuelve un potente recordatorio de lo mucho que damos por sentado en nuestra rutina diaria. Es en esos pequeños vacíos donde se esconde la oportunidad de darnos cuenta de los privilegios que tenemos y que son realmente esenciales.
En nuestra vida acelerada, la mayoría de las veces solo notamos lo importante cuando lo perdemos. El agua corriente es un símbolo perfecto de esa realidad: siempre está ahí, fluyendo sin pedir nada a cambio, hasta que un día no está. Entonces, el silencio del grifo seco nos obliga a detenernos, a sentir, a ser conscientes de nuestra dependencia y, más importante aún, de nuestra gratitud.
Este simple ejercicio —imaginar, o incluso vivir, un día sin agua corriente— nos invita a practicar la atención plena y la humildad. Nos enseña que la abundancia no es un derecho sino un regalo. Y que valorar lo cotidiano es el primer paso para vivir con mayor presencia y menos ansiedad. Porque cuando reconocemos la riqueza en lo sencillo, nos liberamos de ese deseo constante de siempre querer más y aprendemos a vivir el momento con mucha mayor plenitud.
En Psyke, creemos que la verdadera libertad nace de esa conexión profunda con lo esencial. Un día sin agua corriente es un pequeño desafío que nos invita a reaprender: a cuidar, a agradecer, a simplificar. Nos recuerda que la felicidad y la paz no están en las grandes conquistas, sino en la capacidad de estar presentes y atentos a lo que la vida nos ofrece aquí y ahora.
Por eso, te invito hoy a imaginar ese día. Y a que reflexiones y te preguntes: ¿qué otros “lujos” cotidianos estoy dejando pasar por alto, sin apreciar? La práctica mindful va mucho más allá de la pura contemplación, supone también “despertar”, abrir los ojos y elegir conscientemente honrar lo que sostiene nuestra vida, por sencillo que te pueda parecer. Pruébalo y verás…
La práctica de la atención plena no es solo una técnica para reducir el estrés, sino una vía para reconfigurar nuestro cerebro y transformar la forma en que experimentamos la vida. Al entrenar nuestra mente para enfocarnos en el presente y reconocer las pequeñas maravillas diarias, abrimos la puerta a una mayor resiliencia y gratitud, incluso en medio de la adversidad.
Cita de Richard J. Davidson, del libro “The Emotional Life of Your Brain”, (coescrito con Sharon Begley) publicado en 2012.
Ilustración de Mayumi Otero and Raphael Urwiller (Icinori), para su libro “Thank you Everything” (Gracias por todo), 2024.
Sugerencia: Meditación n. 23 – “Meditación de Gratitud”.
Esta meditación ayuda a abrir nuestro corazón y saber ver todo lo que nos rodea y que pasa la mayoría de veces inadvertido. Empezamos por sentir ya agradecimiento por la propia sensación de respirar, que es vida pura, y aprendemos a ampliar nuestra mirada para percibir todo lo que la vida nos regala. Buena práctica…