¿Te has dado cuenta de que te duchas cada mañana con tres o cuatro personas? ¡Si traes a tu mente conversaciones o imágenes de personas mientras estás debajo del chorro de agua las estás incorporando! Y, si te fijas, muchas de ellas son personas que te incordian o te molestan, por ese afán de nuestra mente sesgada de traernos mayoritariamente lo negativo.
Estás sintiendo el agua calentita sobre tu piel y estás pensando en la colega que te complica la vida, o en el técnico del aire acondicionado que no ha acudido, o en tu madre que te acaba de dar un disgusto, o en los impuestos… que siempre son impuestos.
¿A quién permites, pues, que entre contigo a la ducha?
En este reto veraniego (que comenzó el 1 de agosto) os propuse traeros deliberadamente al presente, concentrados en lo que estuvierais haciendo a través de los cinco sentidos; con curiosidad (poniendo atención como si nunca lo hubierais hecho antes); con apertura (acogiendo todo lo que se presenta ante ti a cada momento) y sin enjuiciar lo que vaya apareciendo (sin calificarlo automáticamente de agradable, desagradable o no me dice nada). Y si tu mente lo etiqueta, no pasa nada, solo date cuenta…
Este es el reto “mente-cuerpo-mundo” ante la ducha: obsérvala con asombro, no todo el mundo puede abrir un grifo y ajustar el agua a su temperatura ideal. Fíjate en cómo desagua por las rendijas y considera la posibilidad de que no existiera, de que tuvieras que lavarte con palanganas calentando el agua a leña. No des por sentado algo tan cotidiano sin apreciarlo. El cerebro se adapta tanto a lo bueno como a lo malo. Así que observa todo el sistema con atención (vista); y nada más abrir el grifo, empieza por escuchar atentamente el sonido del agua sobre el suelo de la ducha (oído); pon la mano bajo el grifo y siente la presión sobre tu piel y cómo va cambiando el agua de temperatura (tacto); una vez bajo el chorro del agua abre el gel y déjate sentir el aroma que desprende (olfato). Date cuenta de cómo la mente enseguida desviará la atención y se pondrá a pensar en lo que se le ocurra. No importa. En cuanto te des cuenta, vuelve a anclar tu atención a cualquiera de los cinco sentidos y retornarás al presente.
La mente siempre necesita darle vueltas a un objeto (un pensamiento, una imagen y, sobre todo, una preocupación…), porque pensar es su función principal. Por eso la atraemos deliberadamente hacia uno de nuestros cinco sentidos, que siempre están sintonizados con el momento presente. No puedes escuchar un sonido en el futuro ni en el pasado. Lo puedes imaginar, pero no experienciar en vivo y en directo.
Y ahora reflexiona: ¿Cuántas personas han tenido que intervenir para que tú puedas darte una ducha a gusto cada mañana? Date cuenta de todas las personas que se han necesitado para producir una ducha con desagüe: la que la inventó, la que perfeccionó el sistema, la que produjo los materiales, la que los eligió, la que la instaló, y sigue…
Creemos que somos autónomos, pero necesitamos la intervención de los demás para poder vivir y sobrevivir. Además de que somos sociales por naturaleza y por eso hemos de interrelacionarnos con los demás para equilibrar nuestra salud mental y corporal.
Por eso esta propuesta se denomina “mente-cuerpo-mundo”. Somos seres relacionales que interactuamos con nosotros mismos (internamente) y con las demás personas y situaciones que están en nuestro entorno, en el mundo que nos rodea (externamente).
Haz este ejercicio con algo que sueles hacer cotidianamente, como lavarte los dientes, atarte los cordones de las zapatillas, tender la ropa o cocinar. Como la mente ha aprendido a hacer todas estas actividades de memoria, aprovecha no tener que prestar atención para ponerse a pensar. El problema es que, si te fijas, derivará más pronto que tarde hacia alguna preocupación. Por eso somos más felices laminando un pepino poniendo en cada corte toda nuestra atención (como si nuestra vida dependiera de ello), que dejando la mente suelta a sus anchas.
Compruébalo por tu cuenta y verás…
Ilustración N. 3 titulada “Hot Shower” (ducha caliente) de “Things to Look Forward To: 52 Large and Small Joys for Today and Every Day” de Sophie Blackall (Cosas que esperar: 52 alegrías grandes y pequeñas para hoy y para todos los días).
Meditación recomendada N. 10: La rueda de la consciencia”
Esta meditación nos ayuda a darnos cuenta de todo lo que somos conscientes: cada uno de los cinco sentidos, nuestro cuerpo desde el interior, nuestra actividad mental y finalmente focalizamos la atención en nuestro sentido de conexión con las personas a nivel relacional. Buena práctica…