Con el inicio del nuevo año solemos proponernos erradicar comportamientos habituales que no nos sientan bien o implementar comportamientos que nos hacen sentir mejor. Hay buenas noticias: expertos neurocientíficos han descubierto que existe una poderosa relación entre la visualización y la incorporación de nuevos hábitos. Dedicar un tiempo cada día a visualizar (imaginar mental y visualmente) un hábito que queremos integrar en nuestra vida diaria puede desencadenar cambios positivos y duraderos.
El proceso consiste en imaginar los detalles, las sensaciones y el resultado exitoso de aquello que quieres incorporar en tu vida. No se trata de imaginar pasivamente una meta, sino participar activa y emocionalmente en el proceso, ya que la visualización vívida y sentida de un nuevo hábito activa los mismos circuitos neuronales en el cerebro que la experiencia real. Aunque parezca increíble, al visualizar regularmente el hábito que deseamos adoptar, estamos fortaleciendo las conexiones neuronales asociadas con esa acción.
Cuando imaginamos visual y positivamente el proceso -paso a paso- de nuestro nuevo hábito, reducimos la resistencia mental asociada al cambio. Lo que generamos en nuestra mente, pues, es un mapa claro de la ruta que hemos de emprender hacia la trasformación deseada. Convertimos así nuestra mente en aliada, y no en obstáculo, porque al anticipar el éxito de manera repetida, reforzamos nuevas conexiones neuronales que construyen la confianza y motivación necesarias para seguir adelante.
Pasos para integrar la Visualización en nuestra Rutina Diaria:
- Práctica la Visualización a diario. Dedica tiempo cada día para visualizar claramente el hábito que deseas incorporar. Imagina los detalles, las sensaciones y el resultado exitoso.
- Practicar la Visualización Emocional. Conéctate emocionalmente con la visualización paso a paso. Siente la emoción y la satisfacción asociadas con el éxito de tu hábito deseado.
- Incluye Obstáculos y Soluciones. Visualiza no solo los momentos de éxito, sino también los posibles obstáculos. Cuando veas que aparecen, piensa en soluciones creativas e imagina cómo superar estos desafíos.
- Acompaña la Visualización con Acción. La visualización por sí sola no es suficiente; es un complemento poderoso para moverte hacia la acción. Toma, pues, medidas concretas para incorporar tu nuevo hábito mientras refuerzas la visualización exitosa de tu nuevo hábito.
“Somos lo que hacemos de forma repetida, la excelencia, pues, no es una acción concreta, sino un hábito”
Texto de Aristóteles en su obra “Nicomachean Ethics” (Ética a Nimócamo) del S. IV a. C.
Ilustración de Coralie Bickford Smith para “The Fox and the Star” (El Zorro y la Estrella).
Sugerencia – Meditación n. 13: “Meditación de la Montaña”
Esta meditación nos ayuda a desarrollar la firmeza y la sensación de poder interior, ante las situaciones que se nos presentan en la vida. Nos ayuda a coger fuerza y defender nuestras decisiones, que podrán ser acertadas o no, pero son nuestras. Ya recogeremos las consecuencias, también con firmeza y auto-compasión. Ante los intentos de sabotaje interior y exterior, pisa fuerte. Eres montaña. Buena práctica…
