THERAPEUTIC REFLECTIONS FOR THE WEEK, WITH THE INTENTION OF LIVING IN THE PRESENT MOMENT AND THE ASPIRATION OF A MORE MEANINGFUL LIFE

Somos nuestros propios obstáculos…

Ilustración de Lisbeth Zwerger para ‘Alicia en el País de las Maravillas”

¡Si supiéramos cómo quitarnos de en medio, cuánto podríamos experimentar y aprender! Vivimos encarcelados dentro de nuestras creencias aprendidas, tan condicionadas, que es muy difícil poder vivir libremente todo lo que la vida nos presenta.

Imaginaos por un momento si alguien nos pudiera tocar con una varita mágica y borrar nuestra memoria ¿qué seríamos capaces de hacer? Podríamos sentirnos realmente abiertos y libres, porque no habríamos registrado las observaciones limitantes de los demás (tantas veces producto de sus propios miedos), ni tampoco las nuestras, generadas a través de las comparaciones que hacemos con respecto a los otros, a su vez limitantes. Tendríamos, pues, que empezar a experimentar desde cero, a través de explorar y conocernos en relación con nuestro entorno…

Cuando iniciamos la búsqueda de nuestra identidad, motivados por nuestra necesidad de autonomía, nos comparamos con el otro, admirando aquello que consideramos que el otro posee desde la percepción de nuestras carencias. Si salimos perdiendo en esa comparación, debido a una baja auto-estima o miedos adquiridos en nuestra infancia, empezamos a encogernos y a limitar nuestras exploraciones sobre el mundo.

Por desgracia, nuestras familias, escuelas y religiones –pero sobre todo la sociedad- se basan en sistemas perfeccionistas. El perfeccionismo es la principal causa de la eterna insatisfacción porque no tiene fin, porque se alimenta de un sentimiento de inferioridad que, si consigue arraigarse, acaba provocando la desidentificación, la falta de confianza y el victimismo que nos ata -inconscientemente- a una vida absolutamente constreñida que solo logra una falsa sensación de control para amortiguar el miedo al fracaso.

Para ser humano se necesita coraje, porque “ser humano” es reconocerse imperfecto.

¿Cómo soltar esos condicionamientos que impiden desplegar nuestras alas más creativas y enriquecedoras?


Empezar por vislumbrar nuestra cárcel auto-impuesta y cultivar las siguientes cualidades, para las que todos tenemos capacidad:


1- Mindfulness: darnos cuenta de la auto-crítica, el auto-juicio y formas verbales como “debería” o “no debería”…
2- Aceptación: aceptar que somos seres humanos con nuestras limitaciones y saber ampliar la mirada a más opciones, al no intentar defendernos o huir de nosotros mismos.
3- Auto-compasión: atender la experiencia sin huir de ella, sin juzgarla ni intentar apartarla, sabiendo que no estamos solos, que es algo común a toda la humanidad.
4- Amor incondicional: colocar la mano sobre nuestro corazón y sentir la calidez del tacto con un sentimiento de amorosidad, evocando una situación en la que sentimos seguridad y amor sin condiciones, solo por ser quienes somos. En cuanto el cerebro empieza a liberar opiáceos, aparece la calma y una sensación envolvente de bienestar.

Mindfulness es siempre el punto de partida que nos despierta. No nos volvamos a dormir…

La brisa de la madrugada tiene secretos que contarte;
No te vuelvas a dormir.
Debes pedir lo que realmente quieres.
No te vuelvas a dormir.
La gente va y viene a través del umbral de la puerta, donde los dos mundos se tocan.
La puerta es redonda y está abierta.
No te vuelvas a dormir
”.

Poesía “La brisa de la madrugada” de Rumi
Ilustración de Lisbeth Zwerger para ‘Alicia en el País de las Maravillas”

Meditación recomendada N.11 “Cultivando la Auto-Compasión”

Esta meditación sirve para tomar consciencia de cómo nos respondemos en momentos emocionalmente difíciles, en los que pensamos que no deberíamos sentirnos vulnerables, y traernos amor incondicional precisamente porque lo estamos pasando mal. Buena práctica…

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