…Y no sabemos lo que va a durar con todos los avances tecnológicos y biomédicos. A 20 años vista (o antes), puede parecernos una aberración todo el proceso de embarazo y parto, con el dolor y los peligros que conlleva. No sabemos hasta qué punto la posibilidad de nacer de un útero fabricado puede repercutir en el futuro bebé. La cuestión es que -hasta la fecha- para poder venir a este mundo nos sigue haciendo falta un útero auténtico y femenino.
Habiendo celebrado el Día Internacional de la Mujer -cuyo sentido de ser más profundo es la igualdad, la justicia y el reconocimiento de los derechos de las mujeres en todo el mundo- reflexionemos sobre el milagro que supone la maternidad…
Tengas hijos o no, en cualquiera de las modalidades posibles, si estás leyendo este artículo, has nacido de un útero femenino: crisol de la vida humana, en el que la magia de la creación evoluciona con cada latido.
¿Qué supondrá para la mujer cuando la tecnología posibilite que la gestación ya no dependa exclusivamente de su útero? El proceso de dar y nutrir vida en nuestro interior ha dado forma a todas las generaciones anteriores y a nuestra propia existencia. Así que honremos a todas las mujeres que nos han precedido y sin cuya dedicación y esfuerzo, simplemente no existiríamos.
“¿No es la contribución de la madre devota precisamente no reconocida debido a que es inmensa? Si esta contribución es asumida, entonces cada hombre o mujer en su sano juicio, cada hombre o mujer que tenga el sentimiento de ser una persona en el mundo, y para quien el mundo signifique algo y cada persona feliz, está en deuda infinita con una mujer”.
Extracto de “Winnicott on the child” del pediatra y psicoanalista Donald Winnicott
Ilustración de Alessandro Sanna para “Crescendo” de Paola Quintavalle
Sugerencia – Meditación nº 11: “Cultivando la Autocompasión”.
Esta meditación nos ayuda a aprender a traernos calidez y amorosidad hacia nosotros mismos “como si fuéramos una madre especialmente tierna y amorosa”, según requiere esta práctica. Cuando se aplica con honestidad hacia uno mismo, produce una presencia conectada y amorosa, que amortigua los estados anímicos negativos y ensalza los positivos. Buena práctica…