REFLEXIONES TERAPÉUTICAS PARA INICIAR LA SEMANA CON LA INTENCIÓN DE VIVIR EL PRESENTE Y ASPIRAR A UNA VIDA PLENA CON SENTIDO

Tercer reto «mente-cuerpo-mundo» en un paseo Mindful

Ilustración “Composition 8” de Wassily Kandinsky (1920) inspirado en la experiencia del artista al escuchar una sinfonía de Wagner.

Nada es tan sencillo como parece. Por lo general caminamos siempre para llegar a alguna parte, como si nuestra mente fuera el chofer de nuestro cuerpo. Si tenemos prisa, hacemos que el cuerpo corra. Si la mente es atraída por algo interesante, hacemos que el cuerpo pare. Mientras tanto, la mente nos envía todo tipo de elucubraciones sin que nos demos cuenta…

El reto de esta semana se centra en el cuerpo aprendiendo a meditar caminando, fijándonos deliberadamente en la propia experiencia de caminar. Supone concentrarnos en las sensaciones que se producen en nuestros pies y piernas, y también en el movimiento de todo nuestro cuerpo, con la respiración siempre presente. Poner atención en nuestro cuerpo es la única forma que tenemos de agradecerle todo lo que hace por nosotros, ya que un cuerpo bien atendido es un cuerpo agradecido…

Elige un espacio tranquilo, preferiblemente en el exterior en una zona con césped o sobre la arena y empieza por alinear firmemente los pies con la anchura de tus caderas. Mantén la espalda recta y los hombros abiertos y relajados, encarnando en la medida de lo posible una postura de dignidad. Con los ojos entreabiertos, sin fijarte en nada visual, pon toda tu atención en cualquier sensación física que sientes en tu cuerpo estando de pie.

Siente el peso de tu cuerpo sobre tus dos pies, y date cuenta de que todo tu cuerpo descansa sobre las plantas de tus pies: dos trocitos minúsculos en comparación con todo el volumen de tu cuerpo. Arráigate en el suelo, en la tierra, y siente la energía que emana del globo terráqueo sobre el que te has plantado con firmeza.  Date cuenta también de las ligeras e involuntarias oscilaciones que hace tu cuerpo para mantenerte en equilibrio. Sin pedirte permiso, te está cuidando, te está regulando tanto externamente como internamente.

Cuando consideres, prepárate para empezar a caminar lentamente poniendo atención en lo que sientes al elevar un pie, y en lo que sientes al volver a posarlo en contacto con el suelo. Y al igual que hacemos con todas las meditaciones, cuando nos demos cuenta de que nuestra mente se ha desviado del lugar que estábamos atendiendo, la traemos suavemente de vuelta a la experiencia, manteniendo la mirada hacia delante, sin mirarnos los pies.

Así vamos poniendo un pie frente al otro fijándonos en la presión, en la textura o la temperatura del suelo una y otra vez mientras tomamos consciencia de todos los movimientos que se producen en nuestro cuerpo por el simple hecho de caminar.  Se trata de estar presentes en cada paso, sin intentar llegar a ninguna parte.

Cuando acabes el ejercicio, déjate sentir agradecimiento por el privilegio que supone poder andar, y que a partir de ahora, cuando salgas a pasear seas cada vez más consciente…

“Sal a caminar. Es la gloria de la vida…” –Maira Kalman

Ilustración de Maira Kalman “Go out and walk. It is the glory of life” de My favorite things. (“Sal a caminar. Es la gloria de la vida”. Del libro Mis cosas favoritas).

Sugerencia de meditación: Sal a caminar conscientemente a un lugar donde puedas experimentar la naturaleza. Puede ser la playa, el monte, o cualquier jardín. Déjate inundar por el verde, por la luz del sol que llega a tus ojos, por las olas del mar y observa el cielo en su encuentro en el horizonte con el mar. Buena práctica…

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