La necesidad del paciente es lo más importante. La interacción y la escucha se produce en un marco de respeto, dignidad, confidencialidad, lealtad y apoyo. Se optimiza la evolución del paciente/alumno mediante terapias comprobadas empíricamente y actualizadas de manera constante.

Se trabaja de manera individualizada, analizando cada demanda, teniendo en cuenta las peculiaridades, fortalezas y debilidades del paciente/alumno y el contexto actual en el que nos movemos, procurando siempre transmitir la presencia y el acogimiento mediante la escucha empática. Se asegura así el interés en la evolución del individuo a lo largo del proceso terapéutico psico-educativo. Es un acompañamiento comprometido.

Se cumple el mantenimiento del código deontológico de la profesión conforme a las normas éticas y sociales en las actividades relacionadas con la práctica clínica y formativa. Cumpliendo, así mismo, con los requisitos de Protección de Datos.

Se apuesta por un clima de trabajo enriquecedor, productivo y auténtico, fundamental para el avance de la terapia.
Se establece con cada paciente un vínculo honesto, íntegro, seguro y de apoyo sincero, clave para que el paciente/alumno sienta la seguridad necesaria para compartir cualquier situación vivida con total transparencia y confidencialidad..

La calidad es la meta y la guía. El camino hacia el éxito del proceso se traza teniendo siempre en cuenta la calidez en el trato, la eficacia y eficiencia orientadas a la excelencia.

El aprendizaje es una constante en Psyke. La investigación y actualización de conocimientos garantiza poder ofrecer las mejores técnicas y tratamientos para nuestros pacientes y alumnos.

Ayudamos a valorar lo que la vida nos ofrece tomando distancia de nuestras carencias. Desde una perspectiva humilde, agradecemos los pequeños acontecimientos de la vida y reconocemos el valor del trabajo bien hecho.