REFLEXIONES TERAPÉUTICAS PARA INICIAR LA SEMANA CON LA INTENCIÓN DE VIVIR EL PRESENTE Y ASPIRAR A UNA VIDA PLENA CON SENTIDO

“De todos los misterios de la vida, el amor es definitivamente el enigma más impenetrable» -Dr. Sue Johnson

Hace años las palabras amor y ciencia no podían aparecer en una misma frase. El creciente interés del porqué de las relaciones amorosas, por qué fracasan y cómo hacer que perduren, han hecho florecer los estudios de investigación que aportan luz al misterioso y necesario acontecimiento del amor. 

La creencia de que el amor pasional, entregado y fusionado era el único amor verdadero y creíble, en contraposición al amor más “convencional” en cuanto a su conveniencia para la procreación y la constitución de la “empresa” familiar, se ha ido decantando por las cifras que demuestran que hay algo más que mantiene una pareja unida contra los vientos y las mareas que acechan las relaciones afectivas-amorosas.   

Se ha hablado mucho sobre una excesiva simbiosis o, por el contrario, demasiada fría distancia entre parejas que puede llegar a precipitar una ruptura en la relación. Estas creencias nos llevan a comportarnos según se espera de nosotros socialmente como seres “saludables”.  Nacemos en la más absoluta dependencia (porque somos inválidos cuando nacemos) y migramos (la mayoría) hacia la independencia. Si no fuera así, podríamos estar sufriendo algún trastorno de apego que habría que revisar. 

Ahora la evidencia científica nos informa sobre el equilibrio más adecuado:

Para liberarnos de la culpa de sentirnos demasiado ansiosos en nuestra necesidad de apego con nuestras parejas, la ciencia muestra que somos principalmente dependientes por cómo está formateado nuestro cerebro. El código de supervivencia más potente es justamente la necesidad de pertenencia. Necesitamos a los demás y hemos de generar una “dependencia constructiva”, que es ni más ni menos un “apego seguro” que generamos en nuestra infancia. El problema es que no todos tuvimos una infancia segura y de ahí viene el desequilibrio. Sin embargo, ahora podemos ir más allá: hayamos tenido el entorno familiar que hayamos tenido “todos”, y digo todos, necesitamos saber que somos queridos y aceptados tal cual somos. Y eso es el continuo a lo largo de nuestras vidas.

Es decir: “acepto mi necesidad de sentirme cerca de ti para equilibrar mi necesidades emocionales. Sé cómo pedir apoyo en momentos de carencia emocional y acogerlo porque me hace sentir bien y más fuerte porque no me debilita pedírtelo”. 

La vulnerabilidad expresada, aunque parezca lo contrario, nos hace más fuertes.    

La seguridad emocional potencia la sincronización entre las personas de cara a todo tipo de interrelaciones: sexo, amistad, complicidades. Saber que cuentas con las personas que te rodean más íntimamente ayuda a que la interrelación se estreche y florezca. Nunca es una garantía de su perdurabilidad, aunque si de su vitalidad mientras exista, que es lo más importante. 

Sería deseable que indagáramos en qué hace que una pareja perdure más allá de la mentira del amor romántico “stricto sensu”, puesla vida –y la ciencia- nos muestra que la complicidad, la amistad y el vínculo afectivo de pertenencia encadenan mucho más que la ilusión fantasiosa. 

En un mundo en el que tenemos proyección de vida más allá de los 80 años (ahora ya más de 100), es casi seguro que la mayoría tendremos varias parejas a lo largo de la vida. Hagamos que estas vidas en común sean lo más enriquecedores posibles, hasta que ya no lo sean, y despidámoslas con cariño y aceptación…

No está en nuestras manos, por el momento evolutivo, cambiarlo…  

DIARIO DE ADÁN: “Lunes: esta nueva criatura con el pelo largo anda todo el día por medio. La tengo siempre alrededor mío y siguiéndome. Lo cual no me gusta, pues no estoy acostumbrado a tener compañía. Preferiría que se quedara con el resto de animales.” Días más tarde: “si hay algo en nuestro planeta que no sea de su interés, yo no lo tengo en la lista.” DIARIO DE EVA: “Mi riego y mi anhelo es que dejemos esta vida los dos juntos (…) pero si uno de nosotros fallece primero, mi ruego es que no sea otro que yo (…) ¿Cómo iba a poder soportarlo?”

Extracto de “Diarios de Adán y Eva” de Mark Twain. 

Ilustración de Margaret C. Cook para una edición limitada de 1913 de “Leaves of Grass” de Walt Whitman. 

Sugerencia: “Meditación Dulzura y Felicidad” en www.psyke.es. Esta meditación nos permite sentir sensaciones de bienestar y felicidad con mayor claridad, siendo más conscientes de nuestros estados de ánimo, serenidad, armonía y energía. Nos ayuda a abrimos a sentir la plenitud y la dulzura sin aferrarnos a ellas, dejando que vayan y vengan con la confianza tranquila de que siempre están presentes en diferentes instantes y formas.

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