REFLEXIONES TERAPÉUTICAS PARA INICIAR LA SEMANA CON LA INTENCIÓN DE VIVIR EL PRESENTE Y ASPIRAR A UNA VIDA PLENA CON SENTIDO

La meditación amplía nuestra conciencia y la percepción de coincidencias significativas en nuestras vidas

El prolífico psiquiatra suizo Carl Jung acuñó el término “sincronicidad” para referirse a la ocurrencia simultánea de dos eventos conectados entre sí, sin causa desencadenante. Lo que permite que sea considerado “sincronicidad” según la perspectiva de Jung (y no un mero hecho azaroso) es que la persona que lo observa y hace la conexión, la interioriza de tal forma que le lleva a una expansión y profundización de su conciencia.

Es decir, una experiencia “sincronística” sería un coincidencia significativa entre un estado mental de un sujeto humano (intangible), con un estado físico (tangible) en el mundo material. Jung hizo hincapié en que debía ser a-causal (sin causa) e impredecible. Es, por tanto, un concepto en el que confluye la psicología y la física. La psique y la materia. De hecho, el libro surgió de la colaboración de Jung con Wolfgang Pauli, premio nobel de física y uno de los padres de la mecánica cuántica.

Desde la perspectiva oriental (Taoismo, Hinduismo, Budismo…) se entiende que cada momento en el universo posee una cualidad particular con la que resuenan todos los elementos de manera sincrónica, ya que consideran que existe un principio unificador en el universo que da armonía y estructura al caos.

Sin ánimo de entrar en el “pensamiento mágico” tan divulgado en distintos soportes, hago referencia a estudios rigurosos que se están realizando en esta línea multidisciplinar -desde la física cuántica hasta la psicología- que pueden dar lugar a hallazgos sorprendentes.

Mientras tanto, desde Psyke seguimos trabajando para ampliar nuestra atención y conciencia para estar abiertos a las señales significativas que la vida nos presenta y que nuestra “ceguera” nos impide ver…

Después de todo, igual un día se descubre que la propia conciencia bien podría ser la causa de un evento sincronístico…

“El problema de la sincronicidad me ha confundido durante mucho tiempo, desde la mitad de los años veinte, cuando estaba investigando un fenómeno del inconsciente colectivo y me encontraba continuamente con relaciones que, sencillamente, no podía admitir como agrupaciones causales o “rachas”. Lo que encontré fueron ‘coincidencias’ que estaban tan significativamente relacionadas que su probabilidad de producirse era increíble. A modo de ejemplo, citaré un suceso que yo mismo observé. Una señora joven a la que estaba tratando tuvo, en un momento crítico, un sueño en el que le daban un escarabajo dorado. Mientras me contaba el sueño, me senté de espaldas a la ventana, que estaba cerrada. De pronto oí un ruido detrás de mí, como un ligero golpeteo. Me di la vuelta y vi un insecto que golpeaba contra el cristal por la parte exterior (…). Era lo más parecido al escarabajo dorado que se encuentra en nuestras latitudes: la centonia dorada común que, en contra de sus costumbres habituales, había sentido la necesidad de entrar en una habitación oscura en ese preciso momento. He de admitir que no me había sucedido nada parecido ni antes ni después y que el sueño de la paciente ha permanecido como algo único en mi experiencia…”

Extracto del libro “Sincronicidad como principio de conexiones acausales” de Carl Gustav Jung
Ilustración de Harvey Weiss para el libro “Time is when” de Beth Youman Gleick
Sugerencia: Meditación nº 24: “Meditación de la Felicidad Genuina” En esta meditación nos centramos en la imaginación, el aspecto creativo de la conciencia, y proponemos cuatro preguntas para indagar en lo que nos hace felices, en lo que necesitamos para lograr esa felicidad; en lo que podemos cultivar en nosotros mismos y también aportar al mundo para aspirar a sentir la felicidad genuina.

Los Lunes Mindful continuará publicando, pero cerrará el Espacio de Meditación en Psyke hasta después de las fiestas. Retomaremos la práctica presencial el lunes 13 de mayo a las 19:30 y continuará hasta el lunes 17 de junio, inclusive. ¡Felices fiestas y buena práctica!