REFLEXIONES TERAPÉUTICAS PARA INICIAR LA SEMANA CON LA INTENCIÓN DE VIVIR EL PRESENTE Y ASPIRAR A UNA VIDA PLENA CON SENTIDO

Ser consciente de lo que importa para ti, lo que realmente valoras, da sentido a tu vida ¿lo sabes?

Clarificar lo que uno valora en su vida no es tarea fácil. Los valores (lo que uno considera importante en su vida) suelen variar según las distintas etapas y experiencias vividas. Al inicio de nuestras carreras valoramos más nuestro éxito profesional, mientras que si tenemos hijos, es posible que valoremos más el equilibrio entre el trabajo y nuestra vida familiar. Haber experimentado la enfermedad o un hecho traumático, puede movilizar nuestro sistema de valores y no ser conscientes del viraje puede causarnos mucho malestar.

Estar en contacto con nuestros valores es un ejercicio que dura toda la vida y necesitamos actualizarlos porque determinan nuestras prioridades y nos sirven de termómetro para comprobar la coherencia de nuestras acciones.

A veces sabemos lo que ya no queremos pero nos cuesta encontrar el camino de lo que realmente importa en nuestras vidas en este momento. Cuando empezamos a vacilar o a sentirnos dubitativos e inseguros, es un buen momento para tomar conciencia de lo que estamos priorizando ya que puede servirnos de señal que indica que nos estamos desviando de nuestra esencia más profunda.

Cuando lo que valoramos ‘coincide’ con lo que hacemos, la vida nos es agradable, nos sentimos satisfechos y apacibles (dejando al margen posibles percances repentinos). Mientras que la ‘no coincidencia’ puede ser una fuente de infelicidad e inestabilidad, con lo que hacer un esfuerzo consciente de clarificación de valores es necesario y relevante.

En los cursos de Mindfulness nos hacemos las siguientes preguntas desde dos perspectivas, la profesional y la personal:
1) Piensa en las veces que te has sentido más feliz: ¿qué estabas haciendo? ¿con quién o quiénes estabas? ¿dónde estabas?
2) Identifica los momentos en los que sentías más satisfacción: ¿por qué sentías esta satisfacción? ¿los demás compartían esta satisfacción? ¿quién o quiénes?
3) Identifica los momentos en los que sentías más plenitud: ¿qué necesidad estaba siendo satisfecha? ¿Cómo y por qué esta experiencia daba sentido a tu vida?
4) Determina tus valores más prioritarios basados en tus experiencias de felicidad, satisfacción y plenitud…
5) Prioriza tus valores y reafírmate en ellos al experimentar lo que sientes cuando los satisfaces y toma conciencia: ¿te nutren? ¿coinciden coherentemente y con autenticidad con la persona que eres o quieres ser?

Identificar y comprender nuestros valores es todo un reto porque definen quién somos y quién aspiramos a ser. Conforman una guía para elegir nuestro posicionamiento ante cualquier situación, tomando consciencia ¿desde dónde estoy tomando esta decisión? Desde el rencor, desde el dolor o desde lo que es importante para mí en referencia a mis valores…

Así, nuestros valores nos fortalecen y se convierten en el faro que nos guía en momentos de confusión y oscuridad…

llustración de Lynd Ward para el libro “The Little Red Lighthouse and the Great Gray Bridge” de Hildegarde Swift (1942).

Sugerencia: “Meditación de la Felicidad Genuina”: nos centramos en la imaginación, el aspecto creativo de la conciencia, y proponemos cuatro preguntas para indagar en lo que nos hace felices, en lo que necesitamos para lograr esa felicidad; en lo que podemos cultivar en nosotros mismos y también aportar al mundo para aspirar a sentir la felicidad genuina.