Aprovecho que nuestro lunes mindful coincide con la entrada en el nuevo 2019 para reflexionar sobre cómo estamos viviendo nuestra vida…
El piloto automático en el que funcionamos habitualmente por defecto nos impide tomar conciencia de nuestra constante evolución y necesidad de flexibilizarnos para adaptarnos a cambios internos imperceptibles (a no ser que pongamos conciencia).
Por eso, finalizar un año es como cerrar una etapa que siempre propicia dar un paso atrás y ver qué es lo que realmente nos mueve y necesitamos en este momento.
Se trata de hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué necesito y qué ya no necesito?
Lo que supone “actualizarnos”, (reseteranos, en lenguaje cibernético) con VALENTÍA, pues dejar atrás viejas costumbres y hábitos, incluso formas de relacionarnos que ya han quedado obsoletas, requiere coraje porque supone salirnos de nuestra zona de comodidad que tantas veces nos pesa y perjudica…
En ese paso atrás reconectamos con nuestra vida de manera más auténtica, más sincronizada con nuestra intuición y nuestra apertura de corazón, soltando lastre acumulado que obstaculiza la claridad de visión que precisamos para avanzar en una dirección más acorde a nuestra esencia.
Que este año impar en el que pronto entraremos nos provea de sabiduría y de clarividencia para recoger la siembra de tantos años cosechados.
Que así sea….