REFLEXIONES TERAPÉUTICAS PARA INICIAR LA SEMANA CON LA INTENCIÓN DE VIVIR EL PRESENTE Y ASPIRAR A UNA VIDA PLENA CON SENTIDO

Si no eres feliz aquí y ahora, nunca lo serás

Esta sencilla pero profunda frase del ya fallecido maestro zen japonés Taisen Deshimaru, nos lleva a reflexionar: por nuestra idiosincrasia como seres humanos necesitamos desarrollarnos, avanzar en la vida y ser felices. Pero cuando logramos subir un escalón, nos solemos olvidar de lo alcanzado y ya estamos pensando en el siguiente. En esta búsqueda incesante muchas veces no somos capaces de parar, mirar y disfrutar del momento que estamos viviendo. Para bien o para mal, es un momento que nunca se va a repetir…

A medida que vamos adquiriendo “uso de razón” somos más conscientes de que podemos enfermar, perder posesiones, estatus y personas queridas…siendo la tragedia más grande la pérdida de la propia vida. Quizás estemos viviendo alguna de estas situaciones que nos está robando la posibilidad de ser felices. No obstante, la dificultad de salirnos de nuestro micro-mundo y observarnos desde fuera es justo lo que obstaculiza ver más allá de nuestras desgracias y recordarnos que todo es impermanente, lo bueno y lo malo…

Nuestra lucha continua de querer que las cosas sean diferentes de lo que son nos impide ver lo que tenemos justo delante de nuestros ojos. Partir de frases como “cuando consiga tal o cual cosa seré feliz…”, o “esto que me ha pasado no me permite ser feliz…”, supone vivir la vida desde las carencias en lugar de vivirla desde las presencias; generando lo que Sharon Salzberg denomina “una cadena interminable de anhelos”.

Cuando sentimos la insatisfacción de expectativas truncadas, hemos de saber soltar las provocaciones mentales y hallar la salida siempre en el instante presente a través de los cinco sentidos: observar la naturaleza, escuchar los sonidos que desprende, sentir sensaciones táctiles de la temperatura, de la brisa, ser conscientes de los aromas, de los sabores…

«Hay una historia de una mujer que huye de los tigres. Corre y corre, pero los tigres cada vez están más cerca de ella. Al llegar al borde de un precipicio, ve algunas enredaderas, así que agarrándose a ellas, empieza a descender por la pared del abismo. Al mirar hacia abajo, descubre que también hay tigres. Entonces nota que un ratoncito está royendo la enredadera en la que se agarra. Cerca de ella también descubre un bello y pequeño manojo de fresas que crecen en una mata de hierba. Mira hacia arriba y hacia abajo. Mira al ratoncito. Entonces simplemente coge una fresa, se la introduce en la boca, y la saborea por completo.
Tigres arriba, tigres abajo. Ésta es en realidad la difícil situación en la que nos hallamos siempre en términos de nuestro nacimiento y nuestra muerte. Cada momento es simplemente lo que es. Puede que sea el único momento de nuestra vida, la única fresa que comamos. Podemos deprimirnos ante ello, o podemos finalmente apreciar y gozar lo precioso de cada momento de nuestra vida».

Extracto del libro “La sabiduría de la no evasión” de Pema Chödron
Ilustración de la argentina Isol para su libro infantil “Daytime visions: An alphabet” (2016)